miércoles, 18 de mayo de 2011

No, no, no

Uff tantas novedades para contar y yo sin tiempo. Hacia un tiempo largo que no pasaba por estos pagos para contar de que va mi vida. La verdad es que, no sé si es la falta de motivación, o algún hechizo vudú relacionado, pero la falta de ganas de escribir es notoria. Creo que la perdí en el momento que me di cuenta que mi carrera como periodista no conducía a ningún lugar. No conducía es un decir, puedo afirmar que ni siquiera sacó la licencia y confunde el acelerador con la palanca de cambios (?). Pero emotivo de mi aparición era otra. En estos 4 meses han pasado cosas extrañas y desopilantes. Y ustedes, que me conocen desde que soy así, saben que por desopilante me refiero a trágico, terrorífico y de alto tenor de grasas trans.

Soy un nuevo desempleado. Después de varios años de darle lo mejor de mi vida, la empresa para la cual trabajaba decidió prescindir de mis servicios. Alegando una reestructuración, tomaron la decisión de darme vacaciones ilimitadas sin goce de sueldo. Y yo que les di los mejores años de mi vida. Pero bueno, así es el capitalismo y la maquina empresarial. Nefasto.

Casi tan nefasto como que a tu vieja la atropelle un auto. El destino, no contento con dejarme sin empleo, decidió que mi vida no era lo suficientemente emocionante y me mando este regalito lleno de hospitales y policías. De un día para oro, mi vida se transformó en un capítulo de Gray’s Anatomy, donde si algo tiene que salir mal, va a salir tan mal, que a los propios jinetes del apocalipsis les va a dar miedo levantarse a la mañana. No tengo tiempo para aburrirme, como verán.

No quería despedirme sin comentar algo que me llama poderosamentelatencion (?): hay gente que sigue entrando a este blog y se agregan a los seguidores. Gratamente inexplicable. Ya somos 24. Tenemos el poder de generar el desabastecimiento de algún producto de segunda o tercera necesidad, como curitas, mostaza o pilas AAA. Mis soldados, los exhorto a que ganen las calles. O una vereda. O no sé, hagan un grupo de Facebook pro yo (?). Pero hagan algo, que la revolución no se hace sola.

Los que tengan Twister, los invito a que vayan a jugar a seguirme: @gonzaconti. Los que no, es hora que se amiguen a la tecnología y dejen de pegarle a ese Otake Binorma que tienen en el living.

Y recuerden, siempre nos quedará Lomas de Zamora la Luna.